2.8.05

¿Y ahora?

Después de varios meses de intenso trabajo extra de mi trabajo oficial, me encuentro con que salgo de la oficina, y no tengo que ir corriendo a mi casa a trabajar. Para colmo, sólo me queda retirar un papel en la facultad y oficialmente dejo de ser alumna para casi todo.
Y como me dijo mi madre el otro día: "a vos, la palabra "aburrimiento" ni te suena, ¿no?". Y es cierto, es cierto, tengo tanto para hacer que me alboroto y no me decido por donde empezar.
*Hay un modular de origami de 120 piezas que me rompe el coco.
*Me anoté en un nuevo curso de encuadernación artesanal.
*Muchas películas pendientes para alquilar, y no logro embocarle al horario del videoclú.
*Ir al cine con tí.
*Tengo varias macetas nuevas que hice en cerámica y muchos cactus para transplantar.
*Hacer la maqueta para el otro curso que estoy haciendo desde principio de año, que si no, no me aprueban.
*Salir corriendo a comprar el nuevo HP y leerlo.
*Muchos libros por leer, además.
*Mucha gente para ver que hace mucho que no veo.
*Organizar mi cumple.

Y además, por supuesto, y ya con menos espíritu:
*Me quedé sin excusas para no ordenar el placard.
*Ordenar, finalmente, todo ese lío de papeles, de cuentas y demases que el cajón ya revienta.
*Ir al dentista, al dermatólogo, al ginecólogo, al oculista...

De tanto pensar y pensar que hacer, ya es hora de ir a dormir.